Ampliación y Reforma de la Cocina del Restaurante ‘Bodega El Capricho’
Jiménez de Jamuz, León
2020
El proyecto de ampliación y reforma de la cocina del restaurante ‘Bodega El Capricho’ nace del concepto de ‘identidad’. Se ubica al pie de una ladera llena de bodegas tradicionales de vino, en las cuales los arcos aparecen constantemente en las entradas y en el interior. Este elemento determina la espacialidad interior gracias a su comportamiento estructural, que convierte las directrices de carga horizontales en verticales. La utilización unánime en esta tipología arquitectónica constituye una identidad propia: no hay bodega (tradicional) sin arco.
La convivencia entre lo nuevo y lo antiguo reside en aportar las cualidades de cada momento, siempre desde el respeto. La ampliación de la cocina del restaurante ‘Bodega El Capricho’ no es por tanto una obra de mímesis sino una reinterpretación y un homenaje a la identidad de las bodegas que caracterizan al pueblo de Jiménez de Jamuz, una sucesión de arcos diferentes, como cada una de ellas, que reúnen a la gente a disfrutar.

La actuación consiste en la renovación total de la cocina y su ampliación hacia el frente, creando un nuevo espacio de fuego con dos parrillas y un horno de leña, dos islas de preparación y cocinado, una encimera perimetral equipada y un cuarto de frío, así como el nuevo cerramiento y la apertura de un gran hueco en el muro existente.
El restaurante, especializado en carne de buey, requiere materiales con resistencia a las brasas de la parrilla y horno de leña, así como unos espacios de preparación vistos al público, que permitan a los clientes ver los pasos de elaboración de estos productos de previamente a su deleite.

El entendimiento de una elaboración transparente cuidada y en parte espectacular por la materia prima, llevó a la apertura del gran hueco en la fachada exterior, así como la eliminación del cerramiento existente hacia el porche interior, sustituyéndolo por una cristalera que permite una transparencia total para los clientes.
El cerramiento exterior frontal está formado por un estructura metálica ligera y paneles sándwich, al cual se anexionan los arcos abocinados en dos acabados de acero: negro y oxidado, que configuran el nuevo alzado de la ampliación de la cocina. En estos, se generan aperturas practicables para el suministro de carbón a las tolvas directamente desde el exterior, evitando así interrupciones en los recorridos interiores de la cocina y garantizando la limpieza.
La escala humana, ajustada totalmente al uso cómodo de la cocina por parte de los trabajadores, los huecos con su función expositiva y el carácter rítmico, plástico e identitario del edificio hacen de esta intervención una contribución más al legado de un restaurante auténtico y adaptado a las necesidades presentes.
Fotografía: Aitor Ortiz

