Tanatorio Sucesores de Espiña
Villadangos del Páramos, León
2016
La concepción de un proyecto que se refiere a la ‘despedida’ de un ser querido lleva consigo la idea de un recorrido, con sus etapas o filtros, que despoja al usuario progresivamente del mundano ajetreo diario y lo va revistiendo de una condición diferente, acorde con la vivienda interior. Para llegar al velatorio y dar la última despedida al difunto, el visitante cruza una serie de umbrales que van dando paso gradualmente a espacios más contenidos: del exterior al patio abierto; de este, al vestíbulo a doble altura; finalmente se llegaría a la sala de velatorio.

La traducción material de esta idea se consigue con el control de las alturas, de las vistas y de la iluminación en cada una de las estancias y de los pasos intermedios. La mirada que dispone el patio de acceso es horizontal y larga, se anticipa a las sensaciones de quien está a punto de adentrarse en el corazón del edificio; en el vestíbulo esta mirada se acora y la luz empieza a rodear al usuario, sin dirigirle. Finalmente, las salas velatorio, con sus huecos a una altura inferior, invitan a la mirada cercana.
Fotografía: Jara Varela, María Merchante




